La jarana yucateca es un baile y una forma musical originarios de la Península de Yucatán, México. Jarana según el diccionario1 quiere decir jolgorio, bullicio, diversión ruidosa de la gente del pueblo. En la época de la colonia, durante los siglos XVII y XVIII, en la Península de Yucatán, los españoles y los criollos solían decir despectivamente cuando empezaban las fiestas populares, "ya empezó la jarana". El pueblo indígena entendió esto como si se refirieran a la música que se tocaba durante las festividades y atribuyó el nombre como genérico a los sones que se interpretaban. Fue así que el baile regional de Yucatán adoptó el nombre de Jarana.
La jarana se baila en las vaquerías que son fiestas originalmente asociadas con el proceso de marcar el ganado y que ahora están relacionadas también a motivos religiosos en los pueblos de Yucatán. En la actualidad la jarana se ha convertido en el baile emblemático de la región y su perfeccionamiento y representación, se ha vuelto tema académico y es utilizado para mostrar a los visitantes en general las habilidades de los habitantes y los vestidos típicos del país. En la ciudad de Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán, por ejemplo, se cuenta con un gran número de grupos especializados en el baile de la Jarana, que hacen de su arte tema de muestra y orgullo ante la población y los turistas.
El baile se hace normalmente por parejas, que no tienen diferenciados —hombres de mujeres— los pasos que se dan por zapateado, realizando giros con los brazos en alto, en ángulo recto —al estilo de los bailadores de jota—, manteniendo el tronco del —abdomen hacia arriba— de manera erguida, mientras las extremidades inferiores se mueven al ritmo de la música al igual que los giros y el mecerse de los cuerpos. Esta posición erguida permite a los bailadores sostener objetos en la cabeza sin que se caigan, lo que se convierte en una de las suertes características del baile: los más dotados sostienen una botella llena de líquido o incluso una charola con varios vasos o botellas llenos, sin derramar el contenido.
La jarana 6 x 8 es zapateada, movimiento vivo marcador a dos tiempos. Lo otra métrica, la jarana 3 x 4, tiene el tiempo del vals y es la más parecida a la jota aragonesa. A esta modalidad, que era exclusivamente para ser bailada, le han agregado textos en rima ya sea añadiendo un verso a la música preexistente o musicalizando un verso, generalmente corto y del género picaresco, al que se denomina "bomba". En un momento determinado, en el curso del baile, que suele durar 20 minutos y hasta media hora, se detiene la música y el baile y se suelta la "¡bomba!", que hace reír a los participantes y al público en general:
"De tu ventana a la mía hay un paso.... Yo quise darlo y me di un trancazo"..., o bien,
"Quisiera ser zapatito para calzar tu lindo pie y ver de vez en cuando lo que el zapatito ve".
Otra suerte del baile es ejecutarlo sobre un almud, cajoncillo de madera que servía a los árabes como medida para comprar y vender granos y que se utilizó en Yucatán para la medición de maíz desgranado. Por las pequeñas dimensiones del almud, se requiere de una habilidad especial para que el baile luzca. Las parejas que bailan jarana lo hacen ataviadas del típico traje regional. Ellas, con el tradicional terno (porque consta de tres piezas) yucateco, adornado con espléndidos bordados en punto de cruz, de muy diversos colores y diseños, pero principalmente de flores estilizadas. Ellos, con el traje denominado de mestizo, consistente en una sencilla guayabera blanca con un pantalón también enteramente blanco y alpargatas, que son el calzado tradicional de los mayas.
La Orquesta jaranera cumple una triple función en las fiestas pueblerinas ya que a más de amenizar alegremente la vaquería, acompaña las procesiones del Santo Patrono y por las tardes anima con su presencia las corridas de toros. Esta orquesta, también llamada en muchas poblaciones “charanga” por ser una banda pequeña de instrumentos de aliento, estaba integrada inicialmente de la siguiente manera: dos trompetas, dos clarinetes, dos trombones, un contrabajo, un bombardino (barítono de aliento que fue sustituido más tarde por un saxofón tenor) un “huiro” o rascador y dos timbales.
“Los timbales son el alma del baile; cuando es un nativo el que los toca, varia hasta el infinito sus ritmos y acentos y hay momentos (cuando alguna pareja se distingue, dejándola entonces sola haciéndole ruedo) en que se baila únicamente con el ritmo de los timbales. El objeto de que los instrumentos melódicos estén doblados, es que, con las jaranas se bailan casi sin interrupción por varias horas, es necesario que los músicos se turnen de vez en cuando a fin de que no se cansen antes que los bailadores” (Fernando Burgos Samada “La Música Actual de los Indígenas de México.1934)
Jaranas y Bailables Yucatecos (1998)
Repertorio:
01. Caminante del Mayab
02. Adios Chichen-Itzá
03. Aires del Mayab
04. Golondrinas Yucatecas
05. Mi Yucateca
06. Yucatán
07. El Rosal Enfermo
08. Chichen-Itzá
09. Un Rayito de Sol
10. Peregrina
11. San Felipe
12. Macocha
13. Linda Vaquerita
14. Cuzama
15. Sucila
16. Alegre Cholul
17. Auriel
18. El Torito
19. Aires Regionales
20. Fiesta en el Itzamal
21. Conkal de Fiesta
22. Merida Blanca
Digitalizado en MP3 @ 320 kbps a partir del CD, con portadas incluídas
Bomba!
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Un abrazo,
Alejandro