Nesh-Kala - La Música prohibida por la Inquisición
Voz maya que significa "Purificando el tiempo"
Durante la época de la Inquisición en México era común que el pueblo se divirtiera, y en determinado momento se revelara, entonando algunas coplas, haciendo poesía, cantando, diversas letras que por su contenido picaresco, irreverente y poco recatado eran mal vistas
por algunas personas, quienes las denunciaban ante el Tribunal de la Inquisición para que fueran censuradas. Un ejemplo de ello son las coplas del Chuchumbé, que incluso hasta la fecha se siguen cantando en algunas partes de la República, como Veracruz.
Esta agrupación se ha dedicado a investigar y buscar en los archivos históricos todas esas coplas, tonadas, versos y canciones que los tribunales inquisidores condenaron, y cuyas letras quedaron
registradas; y en afán de difundir géneros musicales tradicionales mexicanos, les han puesto música, logrando grandes interpretaciones, llenas de sabor, picardía, costumbres populares, y mucha pero mucha historia.
Como estudiosos de la música mexicana, Zamudio junto con Daniel Contreras (voz y guitarra), se percataron que existía una gran brecha en lo que respecta al conocimiento de las composiciones populares durante el periodo virreinal. De esa manera, ubicaron en el Archivo General de la Nación, el apartado referente al Santo Oficio, conformado por cerca de mil 500 volúmenes.
“La idea original era sólo retomar bailes populares y canciones, pero encontramos casos de hechicería; versos y poemas, en los que párrocos solicitaban amores a monjas o mujeres que no pertenecían al clero, y que más tarde ellos, arrepentidos, confesaban. Fue así como decidimos rescatar algunas de estas piezas para musicalizarlas”.
En lo que respecta a bailes y versos compartidos en esas reuniones, obviamente son anónimos pues reflejan de una u otra forma una crítica al sistema inquisitorial de la época, cuyo lema era:
Exurge domine judica causam tuam (Levántante señor y juzga tu causa), y su interpretación contemplaba diversos castigos.
Un ejemplo que sobrevive hasta nuestro nuestros días es el famoso baile del Chuchumbé, recitado por los soneros jarochos, y que data de 1766.
Originalmente era bailado por los negros de la región, quienes lo percutían con su cuerpo y las cajas que cargaban, mientras cantaban los versos impregnados de sensualidad y doble sentido. “Incluso, existen once denuncias sólo de este baile”.
No obstante, en los casos de solicitantes del confesionario se conoce la autoría de los versos y poemas. “Uno de ellos, Fray José Ignacio Troncoso, enclaustrado en un convento de Puebla, tuvo diez años de relaciones con una monja. Posteriormente, él mismo denuncia sus actos ante el Santo Oficio y entrega sus textos amorosos”.
Los documentos utilizados para el montaje de La música prohibida por la Inquisición, abarcan un periodo que va 1720 a 1808. El primero refiere un juicio por hechicería, protagonizado por un negro esclavo, quien poseía el atributo de curar a los enfermos mediante el canto, en el Antiguo Hospital de San Juan de Dios, en Zacatecas.
“Finalizamos con un soneto de carácter político de 1808, por medio del cual se invita a la rebelión, cabe destacar que dos años más tarde estalla el movimiento de Independencia. En ese escrito, los criollos ponen en tela de juicio la legitimidad de Fernando VII, que en esos momentos era preso de Napoleón”.
En cuanto a los arreglos musicales -a cargo de Luis Mondragón (percusiones) y Eduardo Becerril (coros, guitarra y bajo eléctrico)-, Irma Zamudio, flautista y violinista, señaló que es en el Virreinato cuando comienza el sincretismo de ritmos españoles y su carga melódica árabe, con las
sonoridades negras y la de los grupos originarios.
Ante el desconocimiento de las líneas musicales que debieron acompañar los bailes y canciones, sin contar otros géneros líricos, Nesh-Kala optó por la incorporación de géneros populares como jarabes, sones y variaciones de éste, así como un danzonete, por mencionar algunos.
Integrantes:
Luis Mondragón (percusiones)
Eduardo Becerril (coros, guitarra y bajo eléctrico)
Irma Zamudio, flautista y violinista
Repertorio:
El Chuchumbé (Veracruz, Ver. 1766)
Pan de Jarabe (Veracruz, Ver. 1779)
Los Mandamientos (Pachuca, Hgo. 1796)
Señora, si el Alma os dí (Chalco, Mex. 1760)
Invitación a la Independencia (Mèxico)
El Cantar del Preso (Varias)
La Tirana (Morelia, Mich. 1779)
Padre Nuestro (Pachuca, Hgo. 1796)
Baile de Los Panaderos (Celaya, Gto. 1779)
No Lloréis (Puebla, Pue. 1798)
La Bolera (Pachuca, Hgo. 1796)
El Chuchumbé 2da parte
Otro aporte de Jorge Altea. Gracias!
El grupo tiene una entrevista en el podcast de "En la historia", se puede escuchar en línea, suscribirse de paso al podcast o descargarlo.
Comentarios
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Por favor, ¿podrían revisar los links? Aparecen como "File not found".
Muchas gracias por compartir música tan interesante... y saludos!