Matachines Tarahumaras (1979)

 

Matachines Tarahumaras (1979)

Los Tarahumaras, llamados en su propio idioma Rarámuri o "corredores", habitan los valles, barrancos y planicies de la parte oeste del Estado de Chihuaha en la Sierra Madre Occidental de México. Al aislamiento y a lo escabroso de su lugar de origen se debe que hayan subsistido con sus propios recursos desde el tiempo de los misioneros; cuando a México aún se le denominaba La Nueva España. En los últimos tiempos, la explotación de la madera y el turismo, han penetrado en la Sierra: y las artesanías Tarahumaras, no así los Tarahumaras, han llegado a ser tema de conversación familiar para los citadinos tanto de México como de los Estados Unidos. Su aislamiento es verdadero: no obstante esta situación ha permitido la preservación de la mayor parte de su vida tradicional, llena de habilidades, actividades y puntos de vista sabre el universo que parecen haber tornado su forma presente antes de 1800. 

Como casi todos las grupos indígenas de Mexico, los Tarahumaras ostentan la evidencia de las intensas campañas de cristianización llevadas a cabo por mision­eros católicos bajo la Corona de España. Dado a su aislamiento, las Tarahumaras aceptaron menos que otros grupos indígenas la cultura europea: asimismo adaptaron lo aceptado a sus antiguas normas y prefer­encias. A pesar de todo, la influencia hispánica se mantiene y se torna importante en la música y en la danza como lo muestra el presente disco. 

La danza de Matachines se esparce dentro del area de Noroeste de lo que fue La Nueva España y que ahora queda dividida en ambos lados de la frontera entre México y los Estados Unidos. Es una danza ritual europea con detalles y sabor del "nuevo mundo" y que encontramos entre la población indígena asi coma entre los descendientes de españoles. Usualmente es ejecutada par dos hileras de hombres que bailan al son de la musica de instrumentos del "viejo mundo" como son: las guitarras, los violines y las arpas. Los danzantes utilizan atuendos especiales que casi siempre constan de: tocados, camisas de vivos colores y fajas que se anudan al cuerpo. 

Las figuras que se forman al bailar nos recuerdan los bailes seculares como lo era la "Contradanza de Virginia" (Virginia Reel). Pero esta danza no es social o de recreo; los Matachines danzan en un acto de devoción religiosa. La danza podria describirse mejor como una oración en movimiento, sonido y color. Las danzas de Matachines son parte impor­tante del calendario ceremonial en muchas de las comunidades Tarahumaras: especial­mente en la region Oriente de la Sierra donde se realizaron las presentes grabaciones. Solo se presentan en un delerminado tiempo, casi siempre en el mes de Diciembre. En una comunidad, por ejemplo, los Matachines comienzan a bailar en fiestas caseras a fines de Noviembre. Luego se presentan pública­mente a la gran fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe que se celebra el 12 de Diciembre. Otras presentaciones se llevan a cabo durante la celebracion de la Navidad y en el Año Nuevo. Y se presentan por última vez para celebrar el dia de Los 3 Reyes Magos o la Epifanía que se conmemora el dia 6 de Enero. Es solamente en este breve período de tiempo que danzan los Mata­chines: y solo en este tiempo se puede escuchar música de violines en las Sierra Tarahumara. 

El violín es el instrumento dominate en las danza de Matachines. De hecho, donde se hicieron las presentes grabaciones, solo se escuchan violines acompañando la danza; aunque en otras comunidades es permitida la música con guitarras. Desde que los misioneros jesuitas introdujeron el violín a esta región, éste se ha vuelto el instrumento importante en la música de los Tarahumaras; y es su elaboración una de las artesanías más comunes. Todos los violines que aquí se escuchan fueron elaborados por ellos mismos con maderas nativas de la región. Los instrumentos varían en tamaño y en tono, rasgo que añade interés y variedad al conjunto musical. Se tocan recargándolos en ángulo contra el pecho, posición arcaica de tocar este instrumento. Se afinan, usual­mente, en las siguientes notas musicales: Do, Fa, Do, Sol; lo gue hace esta afinación diferente a la clásica. Cuando hay un grupo de violinistas como en el caso de este disco, pueden tocar todos al unísono o por sepa­rado.

Existen una gran cantidad de melodías para la danza de Matachines que aún son des­conocidas par los visitantes de paso par esta región. Parecen existir cuatro repertorios diferentes que acompañan cada una de las fases básicas de la danza: para las danzas en las fiestas en casas particulares, para las danzas frente a la iglesia, para las danzas dentro de la iglesia y para las que se llevan a cabo durante las procesión. Las metodias varían de 5 o 6 hasta 30 minutos. Este tiempo es determinado por la duración y lo complejo de las figuras formadas al danzar. Entre melodía y melodía los músicos se pueden sentar por cinco o más minutos afinando sus instru­mentos. Entonccs alguno de ellos vuelve a empezar a tocar, otros lo acompañan y la danza comienza de nuevo. 

Se forman de 20 a 30 danzantes. El traje consiste en una camisa de mangas amplias, al estilo del vestido tradicional Tarahumara, zapatos y pantalones (aunque estos 2 últimos no son parte de la indumentaria tradicional) y una o dos capas bordadas sobre los hombros. En la cabeza, la cara y la cintura se atan pañuelos grandes de vivos colores. En la cabeza portan, cada uno, una corona construida de un armazón de madera cubierto con tiras largas de papel y ornamentada con espejos que funcionan a manera de reflectores. En la mano derecha llevan una sonaja de bule de confección local o comprada en alguna tienda de la región. En la mano izquierda llevan lo que ellos llaman "la plama", una especie de vara dividida en tres partes y adornada con tiras de papel. Cada Matachín danza en silencio, concentrado, midiendo sus tiempos y sus movimientos para que coincidan exactamente con los de sus compañeros. En ocasiones se escucha el zapateo de sus botas sabre la tierra - sonido que se puede percibir en esta grabación.

Acompañando a los Matachines en esta fiesta hay cuatro jefes o "chapeyones". El "chapeyón" se viste con la indumentaria Tarahumara tradicional esto es: blusa de manga ancha, faja, "Zapeta" y huaraches. Puede portar un látigo que denomina su rango dentro del grupo. Su función es agrupar a los Matachines y ver que cada uno haga lo que tiene que hacer. Los chaperones animan a los danzantes con gritos agudos, a modo de falsete, que también se pueden escuchar en esta grabación, lo que añade un sabor especial a esta experiencia musical. 

La música para este disco se grabó dentro de la iglesia de una comunidad localizada en la parte oriente de la Sierra, la mañana del 6 de Enero de 1979. Los Matachines habían danzado en diferentes ocasiones desde el dia 4 y en esta grabación empezaban la úiltima fase de su danza para este año. Después que la ceremonia de toda la noche había terminado, toda la comunidad se reunió en el atrio de la iglesia a comer asado de carne, ya que esta es una de las ocasiones especiales en el año de las Tara­humaras en que se consume came. Los nueve violinistas (que no tocaban al mismo tiempo todos) van de los 20 a las 80 años de edad. Las cinco selecciones en el lado A del disco son versiones truncadas de pequeñas melodías. Se seleccionaron con el fin de darles a Uds. una idea de las varie­dades y ritmos que pueden tener estos músicos en su repertorio. Las dos selec­ciones de más larga duración en el lado B del disco, deben darles a quienes lo escuchen una noción intensa y compleja de lo que se puede crear con tonadas relativamente simples repetidas en un largo período de tiempo. Repetidas si, pero nunca monó­tonas! Para los músicos y los danzantes estas melodías de larga duración paracen darles la oportunidad de sumergirse en si mismos, tanto en el sonido como en el movimiento de la danza. 

Finalmente mientras escuchan Uds. este disco, recuerden que sólo están deleitándose en una pequeña parte de una ceremonia antigua y muy hermosa. Los danzantes, los músicos, las espectadores, todos aparecen en esta grabación libremente. Originalmente la música no se tocaría sin la danza, y la danza no se llevaría a cabo si no fuera en ocasión de la fiesta. Se debe enfatizar que esta no es una grabaci6n realizada en estudio. En vez de esto tenemos el privilegio de participar como oyentes de una importante ocasión religiosa en el tiempo donde se crea la belleza al rigor de la tierra escabrosa. 

Lucina Cárdenas 
Asistencia Editorial 
Museo Nacional de Artes e Industrias Populares.

NOTA: Debido a que casi no hay pausas entre las pistas y éstas no tienen título, se grabó el LP en dos partes: Lado A y Lado B.

Disfrútenlo!