Los yaquis son un pueblo indígena del estado de Sonora, (México), asentados originariamente a lo largo del río Yaqui. Su idioma es llamado cáhita, de la familia yuto-azteca, lo cual se compone de tres lenguas: Mayo, Yaqui y Tehueco, éste último desaparecido. Su ubicación y asentamiento se localiza en México, estado de Sonora, comprendidos en Ocho Pueblos principales y pertenecientes a cuatro diferentes Municipios: Pueblo de Vícam Primera Cabecera, Tórim, Pótam, Rahúm, Huirivis y Belem pertenecen al Municipio de Guaymas Sonora, Loma de Bácum, perteneciente al Municipio de Bácum y Loma de Guamúchil (Cócorit) al Municipio de Cajeme. El territorio total aproximado es de 485,000 hectáreas, de las cuales 33,396 Has. son superficie para el cultivo. Actualmente la Tribu Yaqui cuenta con territorio y aguas propias, teniendo reconocimiento mediante Decreto presidencial establecido por el gobierno de Lázaro Cárdenas (1937-1940).
En los tiempos de Porfirio Díaz con las guerras de exterminio que se desataron en contra de la Tribu Yaqui y la deportación a otros estados de la república como Yucatán y Quintana Roo, muchos de ellos regresaron a pie a sus tierras ancestrales, mientras que otros emigraron a Arizona (Estados Unidos) para escapar de la represión del gobierno mexicano. La población yaqui de Arizona es de 8000 habitantes y la tribu es reconocida por el gobierno estadounidense. Con éste acontecimiento la población descendió a 5,000 habitantes. Ahora, a partir de los años 30, la población yaqui ha venido en ascenso y actualmente se encuentra asentada en 52 localidades que están ubicadas en cuatro municipios. La población total se aproxima a 32,000 yaquis.
La bandera yaqui tiene los siguientes significados: El Azul es la fortaleza del pueblo cubierto con el manto azul del cielo, el blanco es la pureza de sangre de raza yaqui, el Sol es el Dios Padre que ilumina y da vida a la raza, la Luna es la Diosa Madre que nos protege de noche y de día, las estrellas son los espíritus que vigilan desde el más allá los cuatro puntos cardinales del territorio Yaqui, la Cruz es la nueva religión del Yaqui y el rojo La sangre que derramaron nuestros hermanos de raza por la defensa de nuestro territorio y autonomía como nación.
Como todo grupo social, esta etnia se ve orgullosa y fortalecida por su propia cultura, con lengua materna que la hace única, su vestimenta tradicional con llamativos bordados multicolores con formas florales, sus fiestas tradicionales que se suceden prácticamente todo el año con diferentes Santos patronos. Evangelizados por jesuitas, los yaquis se consideran católicos y conceden cierta autoridad a los sacerdotes católicos. Tienen una estructura similar a la jerarquía católica: sacristanes (casi hacen las funciones del diácono en algunos aspectos), "maistros" (que hacen las funciones de los sacerdotes en las celebraciones de la misa) y el "temastimon" (casi funciones de Obispo). Antiguamente tenían una institución que se llamaba "catequistas" que se perdió a mediados del siglo XX. Sus ritos son en latín, según la tradición heredada por los jesuitas. Utilizan el misal Tridentino y en algunos ahora simplemente un misal en latín aun cuando no entienden la traducción y hacen una lectura literal como si fuera español. La "Misa" que es presidida por el "Maistro" es toda ella en latín, desde el "Introitus" (correspondiente a la antífona de entrada de la reforma post-vaticano II) hasta el "ite misa est" (Despedida actual).
La principal festividad es la Cuaresma, que determina una división dual del calendario ritual y que coincide con la división estacional entre la época seca de invierno y la de lluvias de verano (Como corresponde al origen de la "cuaresma" desde los primeros siglos del cristianismo). Algunos dicen que Cristo es la figura central en los ritos cuaresmales, María es la central en las no cuaresmales, más por las fiestas a lo largo del año se ve que ambos son centrales dependiendo del tiempo y de la fiesta.
En la Cuaresma el grupo de fariseos, conocido como La Costumbre, juega el papel más importante. Sus miembros representan todos los personajes que intervinieron en la pasión de Cristo: fariseos o Chapayecas, Pilato, soldados romanos, el propio Jesucristo (sólo en la Semana Santa), a los que se suman un tambulero (su sonido recuerdan los clavos de cristo en la cruz, un flautista (su sonido es el lamento de la madre de Dios) y un cuerpo de vigilancia con grados militares para proteger y vigilar el orden. Todos los miembros de La Costumbre lo son por manda o promesa hecha por tres años consecutivos (aunque algunos tienen la manda de por vida). Uno de los sacrificios consiste en llevar una máscara hecha de cuero y no hablar durante todos los actos de la Cuaresma, no inge, y el predominio de lo masculino, y también comen establecen un paralelo entre este ceremonial y el de otros grupos yuto-aztecas, que realizan ritos semejantes dedicados al sol.
Sol, luna y estrella de la tarde, eran para los yuto-aztecas la tríada sagrada, que unida al resto de los astros influyen directamente en la vida en la tierra y establece contacto con el mundo del más allá. Entre los yaqui estas creencias siguen latentes bajo el ropaje católico. La sombría época cuaresmal se cierra el sábado de Gloria, no el domingo, con la Resurrección del Señor (de acuerdo a la tradición prevaticano II que se celebraba en la Iglesia católica). Se inicia en la mañana sacando a pasear un monote de paja montado sobre un asno: el Judas, quien es el depositario de todas las culpas de la Pasión y objeto de burlas y reclamos. Tras el paseo, quizás recogiendo en sí el mal que hay por el pueblo, se desmonta y se sujeta de pie a un palo frente al templo. Las máscaras de los fariseos lo rodean para formar con él una hoguera que arderá y quemará todo el mal.
Tras la quema del Judas se inicia una nueva época llena de vida, flores, alegría, abundancia, que abarca el resto del año. Este segundo periodo establece el reinado de María (símbolo de la lluvia, de la abundancia, de la fertilidad...) simbolizada en los pétalos de flores que son lanzados al aire y esparcidos por todo el suelo en la liturgia del Sábado de Gloria (Savalo Loria). A partir de este momento se puede volver a las actividades cotidianas, al tiempo que los matachines o danzantes de la Virgen reanudan sus danzas.
A continuación se muestran en orden las festividades que celebran durante todo el año:
- La Cuaresma, en toda la Tribu Yaqui
- La fiesta de San Juan Bautista, de Vícam
- La Santa Cruz en Tórim, mes de mayo
- La Santísima Trinidad, en Pótam, mes de junio
- Corpus Cristo, en Rahúm, mes de junio
- Santa Bárbara, en Huírivis
- La Virgen del camino, en la Loma de Bácum, mes de julio
- El espíritu santo en la Loma de Guamúchil.
- San Pedro y San Pablo en Belem (pitahaya)
Además de las fiestas tradicionales de novenarios y al cabo de un año, donde se engalanan con danzas como la del venado, pascola, matachines, coyotes y así mismo la tradicional comida de carne con chile y wakabaki (cocido). Toda esta conjugación de elementos incluyendo sones con tambor y flauta de carrizo, sones con arpa y violín, cantos de danza del venado y coyotes conjuntan el espíritu de ser yaquis y confluyen sentimientos que enorgullecen a nuestro pueblo, su riqueza cultural y fundamento histórico.
Grabaciones de Samuel B. Charters durante 1956.
Repertorio:
01 - Heragua Loquo
02 - Paloma
03 - Papusa
04 - Mundo
05 - Aguedada
06 - Paloma
07 - Maria Loreta
08 - Dance Song
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roberth