Por CARLOS F. MÁRQUEZ
Zacán, municipio de Los Reyes, 18 de octubre.- volvió a poblarse este pasado fin de semana con el regreso de migrantes de Estados Unidos y otros profesionistas que encontraron en los estudios universitarios la forma de sobreponerse a la erupción del volcán Paricutín.
La fiesta religiosa de San Lucas y el Concurso Artístico de la Raza Purhépecha son los motivos del regreso a la tierra de origen y es que como afirmó el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, ayer durante la clausura del concurso, es éste el encuentro indígena más importante en todo el país y debido a la relevancia del contexto, asumió el compromiso público de impulsar una ley de derecho y cultura para los pueblos indígenas de Michoacán, pues consideró que ésta es la mejor forma de apoyar a los pueblos originarios.
En la clausura del Concurso Artístico de la Raza Purhépecha que llegó a su emisión 38, Leonel Godoy reconoció que existe con este concurso un compromiso que todavía no se ha cumplido: llevarlo a Morelia, lo cual resulta aún más importante frente a los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, por todo aquello que implica difundir lo que nos distingue como un pueblo independiente y soberano.
Bajo la superficie de este concurso, en la vida íntima de los pueblos purhépecha, se agita el fervor religioso que le da un significado especial al concurso: la fiesta en honor a San Lucas, que sin ser el patrono del pueblo ha ganado mayor trascendencia y Honorio González, hijo de la carguera para esta fiesta, explica por qué: “por lo que me decía mi padre, ésta es una celebración tan añeja que cuando era niño sus papás lo traían a la fiesta. Como San Lucas es el patrono de los ganaderos, esta era una fiesta de tipo ganadero inicialmente, donde mucha gente del Bajío y de la Tierra Caliente, así como de otras muchas partes, venían a ofertar su ganado y me platicaba él que en las afueras de Zacán ponían unos corrales grandes”.
Itzi González, que comparte las labores de la carguera, refirió que la concepción de San lucas como patrono de los ganaderos tiene un origen bíblico: “cada uno de los evangelistas tiene un símbolo que lo identifica; Mateo con el Hombre, Marcos con el León, Juan con el Águila y Lucas con el torito. Lucas es el único que habla de la infancia y nacimiento de Jesús”.
Las leyendas y los mitos en torno a esta celebración la hacen aún más entrañable para los pueblos indígenas y particularmente para los habitantes de Zacán: “justo por esta calle, (La Galeana, donde tiene su hogar la carguera) al acercarse la fiesta, dicen que en las noches oían bramar un torito y esto era señal de que ya estaban anunciando la fiesta de Zacán. Las personas adultas cuentan que cuando el torito empezaba a bramar, era para que se escuchara en toda la Tierra Caliente, en toda la parte baja, para llamar al ganado y de esto hay un indicio: justo a la mitad de la calle conservamos una piedra que tiene grabada la pezuña de un torito”.
Es tradición que en Zacán, el 18 de octubre, la gente acude al templo con figurillas de toros u otros animales domésticos para bendecirlos. Honorio González comenta: “ahora, la gente de los pueblos vecinos que tiene en su casa algunas vaquitas, sin ser propiamente ganaderos, vienen y compran sus toritos para la misa principal de San Lucas y van a que se los bendigan, no tanto como una cuestión pagana de adorar un ídolo, sino como muestra de agradecimiento y de la fe que le tienen al santo patrono para que sus vaquitas tengan becerritos”.
Zacán celebra con puertas abiertas, pues todo visitante es bien recibido con alimentos y un trago para entrar en confianza, es en esa generosidad donde las mujeres tienen una función esencial para la fiesta, Itzi González señala que “es muy tradicional de todos los pueblos purhépecha que el trabajo rudo, de campo, les toca a los hombres y la mujer se encarga siempre de la comida, de atender. Así lo marca la tradición y la gente”.
La casa de la carguera sacrificó para esta fiesta dos puercos de unos cien kilos cada uno y se compraron por lo menos tres anegas de maíz para corundas y tortillas, además de algunos costales de chiles, pues aunque entregan a San Lucas el día 17, la celebración termina hasta el 19 con el Toro de Once, que es como llaman a la tradición de llevar un toro por las calles, mientras los jóvenes van bailando. El toro es sacrificado y da inicio el jaripeo, la parte profana del festejo.
Honorio González afirma que el carguero o carguera es elegido por el propio San Lucas, pues hace 17 años su madre estaba por entrar al quirófano para ser operada de la vesícula, entonces fueron a pedir el cargo pero para tenerlo tenían que esperar cinco años, sin embargo, el carguero de ese año no pudo cumplir con el compromiso y tampoco los de los otros cuatro años, así que pudieron resguardar a San Lucas durante todo un año en su casa. La mujer se alivió repentinamente y cuenta que ya no tuvo que ser sometida al quirófano.
Teresa Bravo Ruiz, la carguera de este año, comenta que San Lucas ha estado en tres ocasiones en su casa, sólo por gusto o en agradecimiento de un milagro. Ahora, ella regresó de Los Reyes, donde actualmente vive, porque no quería dejar encerrado al santo, así que pasó todo un año viviendo sólo con su hija menor y platicando con el santo: “por la noche le decía a San Lucas; ya me voy a dormir, acompáñanos, que no nos asuste nadie y ya me sentía yo tranquila”.
Esta celebración afirma también los vínculos comunitarios, prueba de ello son los billetes que en forma de moño porta en la cabeza la carguera, los cuales se los colocan los parientes para ayudar a sostener el festejo y los vecinos aportan también otras cosas en especie. Teresa Bravo es carguera este año por iniciativa de sus nietas que solicitaron el cargo, lo cual le hace pensar que la tradición todavía tiene una larga vida.
Y el Oscar es para :
PIRERIS
1er. Lugar Grupo Tres Pueblos de Tiríndaro
2º.- Lugar Trío Santa Cecilia de San Antonio Tierra Blanca
3er. Lugar Los Jilgueros de Tarecuato
ORQUESTAS
1er.- Lugar Hermanos Morales de Capacuaro
2º.- Lugar Hermanos Alonso de Capacuaro
3er.- Lugar Orquesta La Caprichosa de Charapan
DANZAS
1er. Lugar Danza del pescado de Janitzio
2º.- Danza Viejitos Chicos de Charapan
3º.- Danza Chichimeca de San Juan
BANDAS
1er. Lugar Banda Juvenil de Ichán
2º.- Lugar Banda Real de Ichán
3.- Lugar Banda Anhelo de Ichán
Premios especiales para danza
- Los Kúrpites de Caltzontzin (Premio Tata Gervasio)
- Los Kúrpites de San Juan (Premio José Santos Campos)
Zacán, municipio de Los Reyes, 18 de octubre.- volvió a poblarse este pasado fin de semana con el regreso de migrantes de Estados Unidos y otros profesionistas que encontraron en los estudios universitarios la forma de sobreponerse a la erupción del volcán Paricutín.
La fiesta religiosa de San Lucas y el Concurso Artístico de la Raza Purhépecha son los motivos del regreso a la tierra de origen y es que como afirmó el gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, ayer durante la clausura del concurso, es éste el encuentro indígena más importante en todo el país y debido a la relevancia del contexto, asumió el compromiso público de impulsar una ley de derecho y cultura para los pueblos indígenas de Michoacán, pues consideró que ésta es la mejor forma de apoyar a los pueblos originarios.
En la clausura del Concurso Artístico de la Raza Purhépecha que llegó a su emisión 38, Leonel Godoy reconoció que existe con este concurso un compromiso que todavía no se ha cumplido: llevarlo a Morelia, lo cual resulta aún más importante frente a los festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución, por todo aquello que implica difundir lo que nos distingue como un pueblo independiente y soberano.
Bajo la superficie de este concurso, en la vida íntima de los pueblos purhépecha, se agita el fervor religioso que le da un significado especial al concurso: la fiesta en honor a San Lucas, que sin ser el patrono del pueblo ha ganado mayor trascendencia y Honorio González, hijo de la carguera para esta fiesta, explica por qué: “por lo que me decía mi padre, ésta es una celebración tan añeja que cuando era niño sus papás lo traían a la fiesta. Como San Lucas es el patrono de los ganaderos, esta era una fiesta de tipo ganadero inicialmente, donde mucha gente del Bajío y de la Tierra Caliente, así como de otras muchas partes, venían a ofertar su ganado y me platicaba él que en las afueras de Zacán ponían unos corrales grandes”.
Itzi González, que comparte las labores de la carguera, refirió que la concepción de San lucas como patrono de los ganaderos tiene un origen bíblico: “cada uno de los evangelistas tiene un símbolo que lo identifica; Mateo con el Hombre, Marcos con el León, Juan con el Águila y Lucas con el torito. Lucas es el único que habla de la infancia y nacimiento de Jesús”.
Las leyendas y los mitos en torno a esta celebración la hacen aún más entrañable para los pueblos indígenas y particularmente para los habitantes de Zacán: “justo por esta calle, (La Galeana, donde tiene su hogar la carguera) al acercarse la fiesta, dicen que en las noches oían bramar un torito y esto era señal de que ya estaban anunciando la fiesta de Zacán. Las personas adultas cuentan que cuando el torito empezaba a bramar, era para que se escuchara en toda la Tierra Caliente, en toda la parte baja, para llamar al ganado y de esto hay un indicio: justo a la mitad de la calle conservamos una piedra que tiene grabada la pezuña de un torito”.
Es tradición que en Zacán, el 18 de octubre, la gente acude al templo con figurillas de toros u otros animales domésticos para bendecirlos. Honorio González comenta: “ahora, la gente de los pueblos vecinos que tiene en su casa algunas vaquitas, sin ser propiamente ganaderos, vienen y compran sus toritos para la misa principal de San Lucas y van a que se los bendigan, no tanto como una cuestión pagana de adorar un ídolo, sino como muestra de agradecimiento y de la fe que le tienen al santo patrono para que sus vaquitas tengan becerritos”.
Zacán celebra con puertas abiertas, pues todo visitante es bien recibido con alimentos y un trago para entrar en confianza, es en esa generosidad donde las mujeres tienen una función esencial para la fiesta, Itzi González señala que “es muy tradicional de todos los pueblos purhépecha que el trabajo rudo, de campo, les toca a los hombres y la mujer se encarga siempre de la comida, de atender. Así lo marca la tradición y la gente”.
La casa de la carguera sacrificó para esta fiesta dos puercos de unos cien kilos cada uno y se compraron por lo menos tres anegas de maíz para corundas y tortillas, además de algunos costales de chiles, pues aunque entregan a San Lucas el día 17, la celebración termina hasta el 19 con el Toro de Once, que es como llaman a la tradición de llevar un toro por las calles, mientras los jóvenes van bailando. El toro es sacrificado y da inicio el jaripeo, la parte profana del festejo.
Honorio González afirma que el carguero o carguera es elegido por el propio San Lucas, pues hace 17 años su madre estaba por entrar al quirófano para ser operada de la vesícula, entonces fueron a pedir el cargo pero para tenerlo tenían que esperar cinco años, sin embargo, el carguero de ese año no pudo cumplir con el compromiso y tampoco los de los otros cuatro años, así que pudieron resguardar a San Lucas durante todo un año en su casa. La mujer se alivió repentinamente y cuenta que ya no tuvo que ser sometida al quirófano.
Teresa Bravo Ruiz, la carguera de este año, comenta que San Lucas ha estado en tres ocasiones en su casa, sólo por gusto o en agradecimiento de un milagro. Ahora, ella regresó de Los Reyes, donde actualmente vive, porque no quería dejar encerrado al santo, así que pasó todo un año viviendo sólo con su hija menor y platicando con el santo: “por la noche le decía a San Lucas; ya me voy a dormir, acompáñanos, que no nos asuste nadie y ya me sentía yo tranquila”.
Esta celebración afirma también los vínculos comunitarios, prueba de ello son los billetes que en forma de moño porta en la cabeza la carguera, los cuales se los colocan los parientes para ayudar a sostener el festejo y los vecinos aportan también otras cosas en especie. Teresa Bravo es carguera este año por iniciativa de sus nietas que solicitaron el cargo, lo cual le hace pensar que la tradición todavía tiene una larga vida.
Y el Oscar es para :
PIRERIS
1er. Lugar Grupo Tres Pueblos de Tiríndaro
2º.- Lugar Trío Santa Cecilia de San Antonio Tierra Blanca
3er. Lugar Los Jilgueros de Tarecuato
ORQUESTAS
1er.- Lugar Hermanos Morales de Capacuaro
2º.- Lugar Hermanos Alonso de Capacuaro
3er.- Lugar Orquesta La Caprichosa de Charapan
DANZAS
1er. Lugar Danza del pescado de Janitzio
2º.- Danza Viejitos Chicos de Charapan
3º.- Danza Chichimeca de San Juan
BANDAS
1er. Lugar Banda Juvenil de Ichán
2º.- Lugar Banda Real de Ichán
3.- Lugar Banda Anhelo de Ichán
Premios especiales para danza
- Los Kúrpites de Caltzontzin (Premio Tata Gervasio)
- Los Kúrpites de San Juan (Premio José Santos Campos)
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