En el blog de Música Popular Mexicana, encuentro este interesante disco, son jarocho adaptado al gusto de la época y a los requerimientos cinematográficos. Vale la pena escucharlo.
Andrés Huesca, nacido en el puerto de Veracruz en 1917, llenó una época importante desde el centro de la república estableciendo una serie de cambios que marcaron el futuro de esta vertiente del son jarocho. Comenzó a grabar en los treinta pero no fue sino hasta la siguiente década que se convirtió en una figura pública difundiendo el son jarocho desde la ciudad de México. Se cuenta que el auge fue tan grande que Huesca tenía dos agrupaciones con el mismo nombre que se dedicaban a cumplir con los diferentes compromisos que surgían. Entre sus aciertos está, sin duda, el de haber establecido el son Jarocho, en un ambiente muy cargado hacia el son Jaliscience y con una competencia fuerte del son Huasteco. Claro que para ello tuvo que hacer algunas modificaciones a las estructuras musicales que había aprendido en su natal Veracruz. Entre sus contribuciones/modificaciones está el haber introducido un arpa más grande que la tradicional arpa diatónica jarocha con el objeto de ser capaz de ejecutarla de pie. Esto se dio por razones puramente extramusicales ya que en 1936 cuando participa en la película Allá en el Rancho Grande, el arpa tradicional tenía aproximadamente un metro con veinte centímetros, lo que obligaba al arpista a ejecutarla sentado. Andrés Huesca al participar en la película y por razones puramente cinematográficas y de imagen decidió utilizar un arpa Michoacana, mucho más grande, lo que le permitía estar de pie y por lo tanto salir bien en los números musicales. Esto tuvo una buena acogida entre los arpistas porque además de la mayor sonoridad también se prestaba para la foto. También en los ambientes de restaurante o bar, un arpa mayor era más fácilmente transportable cuando se tocaba de mesa en mesa.
Andrés Huesca y sus costeños participaron en películas de claro ambiente jarocho como Sólo Veracruz es bello (1948) de Juan Bustillo Oro y Flor de caña (1948) de Carlos Orellana, pero también en otras en que la presencia del son jarocho no era tan indispensable para la trama de la película como Historia de un gran amor (1942) de Julio Bracho, La perla (1945) de Emilio Fernández y Han matado a Tongolele (1948) de Roberto Gavaldón. (Rafael Figueroa, Historia del Son Jarocho)
Andrés Huesca, nacido en el puerto de Veracruz en 1917, llenó una época importante desde el centro de la república estableciendo una serie de cambios que marcaron el futuro de esta vertiente del son jarocho. Comenzó a grabar en los treinta pero no fue sino hasta la siguiente década que se convirtió en una figura pública difundiendo el son jarocho desde la ciudad de México. Se cuenta que el auge fue tan grande que Huesca tenía dos agrupaciones con el mismo nombre que se dedicaban a cumplir con los diferentes compromisos que surgían. Entre sus aciertos está, sin duda, el de haber establecido el son Jarocho, en un ambiente muy cargado hacia el son Jaliscience y con una competencia fuerte del son Huasteco. Claro que para ello tuvo que hacer algunas modificaciones a las estructuras musicales que había aprendido en su natal Veracruz. Entre sus contribuciones/modificaciones está el haber introducido un arpa más grande que la tradicional arpa diatónica jarocha con el objeto de ser capaz de ejecutarla de pie. Esto se dio por razones puramente extramusicales ya que en 1936 cuando participa en la película Allá en el Rancho Grande, el arpa tradicional tenía aproximadamente un metro con veinte centímetros, lo que obligaba al arpista a ejecutarla sentado. Andrés Huesca al participar en la película y por razones puramente cinematográficas y de imagen decidió utilizar un arpa Michoacana, mucho más grande, lo que le permitía estar de pie y por lo tanto salir bien en los números musicales. Esto tuvo una buena acogida entre los arpistas porque además de la mayor sonoridad también se prestaba para la foto. También en los ambientes de restaurante o bar, un arpa mayor era más fácilmente transportable cuando se tocaba de mesa en mesa.
Andrés Huesca y sus costeños participaron en películas de claro ambiente jarocho como Sólo Veracruz es bello (1948) de Juan Bustillo Oro y Flor de caña (1948) de Carlos Orellana, pero también en otras en que la presencia del son jarocho no era tan indispensable para la trama de la película como Historia de un gran amor (1942) de Julio Bracho, La perla (1945) de Emilio Fernández y Han matado a Tongolele (1948) de Roberto Gavaldón. (Rafael Figueroa, Historia del Son Jarocho)
Comentarios
Me gusta mucho la música tradicional Mexicana, que agradable sorpresa encontrarme este blog.
Saludos
La gran Lucha Reyes.. de repente se me antojo escucharle..
http://www.youtube.com/watch?v=z4YV16e5zGQ
http://www.youtube.com/watch?v=iPqGtKw_tqY