En los 1940's varios músicos jarochos como Andrés Huesca, Lino Chávez, Nicolás Sosa, y Julián Cruz, llegaron a la Ciudad de México para empezar una vida nueva como músicos profesionales. Durante los siguientes años grupos comos el Conjunto Tlalixcoyan de los hermanos Rosas, Los Nacionales de Jacinto Gatica, Los Costeños, el Conjunto Tierra Blanca, el Conjunto Villa del Mar de Angel Valencia, Los Pregoneros del Puerto, Los Ribereños, y varios más tuvieron grandes éxitos pero el grupo con más impacto fué el Conjunto Medellín de Lino Chávez.
Las grabaciones de Lino Chávez y su Conjunto Medellín son clásicas en el género jarocho y las innovaciones de Lino Chávez ( 1922-1993) en el requinto, Mario Barradas en el arpa, y la instrumentación y técnica del arpa, jarana y requinto estblecida por Chávez, establecieron el ejemplo contra el que la mayoría de los músicos jarochos urbanos se comparan hoy en día.
Aunque grabó mas de veinte discos durante su vida, Lino Chávez era un tradicionalista que nunca le gustó salir fuera de su tradición jarocha. Chavez dio origen al estilo contemporáneo de tocar el requinto jarocho tan imitado en estos tiempos. Alberto de la Rosa, profesor de la Universidad Veracruzana y director del Grupo Tlen-Huicani, dijo: "Actualmente tocar requinto jarocho significa tocar el estilo de Lino Chávez... la música del requinto jarocho es la musica de Lino Chávez".
Las cantinas históricamente han sido un importante impulso para la música tradicional. Mientras los clientes prefieran un buen son en vivo a lo que les ofrece la sinfonola o el video, muchos músicos podrán seguir ganándose la vida. Además, en la opinión de René Rosas, un músico jarocho, la cantina resulta ser un ámbito creativo. Según él, sus años de trabajo en estos lugares fueron los más estimulantes, porque, para sobrevivir, su conjunto tenía que manejar un repertorio enorme. Durante esa época el conjunto Tlalixcoyan, como se nombraba el de René Rosas y sus hermanos, produjo su primer disco, después de varias semanas de ensayo en la trastienda del Templo de Diana, una cantina de Ciudad Nezahualcóyotl.
El conjunto Tlalixcoyan fue contratado, el poco tiempo, por los dueños de un elegante restaurante. Ahí los descubrió Amalia Hernández, conductora del Ballet Folklórico Nacional de México, quien, con profesional intuición artística, integró a su Ballet al conjunto de los hermanos Rosas. A partir de este momento, para los hermanos Rosas, el Ballet representó un salario atractivo y seguro y la oportunidad de viajar por el mundo entero (en compañía de 104 colegas), a cambio de hundirse en una especie de coma musical por la reiterativa ejecución de un mínimo repertorio, noche tras noche y año tras año.
La gloria del son jarocho reside en la creatividad espontánea de cada interpretación. A pesar de que en la actualidad el cancionero jarocho más frecuente consta de sólo una treintena de sones, cuando se interpreta cualquiera de ellos siempre resulta en grandes y originales floreos en el arpa, en respuestas improvisadas en el requinto y en versos inventados al instante, normalmente con fuerte vena humorística.
Después de trece años, René Rosas salió del Ballet Folklórico para tocar en varios conjuntos importantes. Actualmente René, con su hermano el cantante Rafael Rosas, el notable arpista Gregoriano Zamudio y Cresencio "Chencho" Cruz, el as del requinto, toca para un público de turistas en los hoteles de Cancún. Su estilo sofisticado y las perfectas armonías en la guitarra muestran el gran alejamiento que guardan ahora con sus raíces originales. Sin embargo, las improvisaciones en el arpa y las respuestas furiosamente entretejidas del requinto, delatan su imborrable sangre sonera jarocha. Rafael Rosas, después de 30 años con el Ballet, no ha perdido su voz ronca y cachonda ni el antiguo repertorio de sus años mozos.
El conjunto Tlalixcoyan fue contratado, el poco tiempo, por los dueños de un elegante restaurante. Ahí los descubrió Amalia Hernández, conductora del Ballet Folklórico Nacional de México, quien, con profesional intuición artística, integró a su Ballet al conjunto de los hermanos Rosas. A partir de este momento, para los hermanos Rosas, el Ballet representó un salario atractivo y seguro y la oportunidad de viajar por el mundo entero (en compañía de 104 colegas), a cambio de hundirse en una especie de coma musical por la reiterativa ejecución de un mínimo repertorio, noche tras noche y año tras año.
Después de trece años, René Rosas salió del Ballet Folklórico para tocar en varios conjuntos importantes. Actualmente René, con su hermano el cantante Rafael Rosas, el notable arpista Gregoriano Zamudio y Cresencio "Chencho" Cruz, el as del requinto, toca para un público de turistas en los hoteles de Cancún. Su estilo sofisticado y las perfectas armonías en la guitarra muestran el gran alejamiento que guardan ahora con sus raíces originales. Sin embargo, las improvisaciones en el arpa y las respuestas furiosamente entretejidas del requinto, delatan su imborrable sangre sonera jarocha. Rafael Rosas, después de 30 años con el Ballet, no ha perdido su voz ronca y cachonda ni el antiguo repertorio de sus años mozos.
La Bamba con los Conjuntos Tlalixcoyan y Medellín (1990)
Repertorio:
2. Balajú
3. El Colús
4. El Siquisirí
5. El Agualulco
6. El Cascabel
7. El Pajaro Cú
8. Jarabe Loco
9. El Tilingo Lingo
10. El Butaquito
11. El Pájaro Carpintero
12. El Zapateado
13. La Bruja
14. María Chuchena
15. La Guacamaya
16. Maracumbé
Sones Jarochos "marisqueros", excelentemente ejecutados por dos de los grupos que fueron pilares de la popularidad del Son Jarocho a mediados del siglo 20. Vale la pena escuchar sus versiones y distinguir la influencia que tienen en el son jarocho de hoy en día.
A bailar!
Comentarios
muchas gracias
no cualquiera comparte tan valioso material!!!